Turismo participa en foro sobre el cambio climático y cómo este afecta las comunidades
Niños y niñas indígenas y afrohondureños conversaron y reflexionaron junto al Embajador de la Unión Europea, Jaume Segura, la Ministra de Turismo Yadira Gómez y el director de Ayuda en Acción, Roberto Bussi de Ayuda en Acción sobre el cambio climático y cómo este fenómeno está afectando sus comunidades, en el foro "Para la niñez el cambio climático no es un juego".
Más de 500 millones de niños en todo el mundo viven en lugares propensos a sufrir deslizamientos e inundaciones, y alrededor de 160 millones viven en países donde las sequías son cada vez más frecuentes. Los efectos del cambio climático hacen que la niñez se encuentre en más vulnerabilidad por enfermedades, desnutrición, y otros factores que se derivan de los problemas medioambientales. Según datos de organismos internacionales 9 de cada 10 niños y niñas de América Latina y el Caribe están expuestos al menos a dos crisis climáticas y ambientales.
En el foro participaron 6 niños y niñas, entre 8 y 13 años, que vinieron a Tegucigalpa desde la comunidad Corral Falso (Yoro), Erandique (Lempira), y Santa Fe (Colón). Expresaron sus preocupaciones y perspectivas sobre el cambio climática a representantes del Gobierno, sociedad civil, cooperación internacional y a los medios de comunicación sus ideas y sugerencias de acciones para abordar estos problemas e impulsar la resiliencia climática.
“Necesitamos acciones y no solo palabras, tenemos esperanza de cambiar a Honduras y convertirla en un país verde” comentó el niño Ángel Blanco de Santa Fe, Colón. Por otro lado, Kenia Ramírez de la comunidad de Corral Falso en Yoro expuso que una de las consecuencias terribles del cambio climático es la escasez del agua y que esto afecta los cultivos y la falta de alimento.
Es importante posicionar a la niñez indígena y afrohondureña como protagonistas de las soluciones a los problemas que les afectan, crear conciencia y encontrar soluciones para combatir los efectos del cambio climático, que afecta a todos, especialmente a los más vulnerables. ¡La niñez hondureña es la esperanza para un futuro más verde y sostenible!